Desde el 20 de agosto de 2018, la primera plaga ha estado afectando a millones de personas y sigue empeorando....

Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen. (Apocalipsis 16:2)

En la primera parte, presentamos la primera plaga, mostrando a quién está afectando más directamente y cómo Dios está retribuyendo por los males que han sido cometidos en secreto por generaciones, a medida que el gran conflicto entre Cristo y Satanás sale a la luz. También verán cómo la sexta trompeta se ha cumplido de la manera más sorprendente. Con la tremenda revelación que es presentada allí, los llevaremos de vuelta a la quinta trompeta, donde se mostrará un descubrimiento asombroso de lo que Dios ha estado señalando.

La segunda parte desmitifica la séptima trompeta y reafirma la exactitud del modelo de Jericó dado en la Biblia. Habla de los tres ayes y muestra cómo señalan el segundo “nacimiento” de Jesucristo cuando regrese como Rey de reyes. Esta parte confirma el descubrimiento de la primera parte, explicando Apocalipsis 13 y la relación en la vida real entre la primera y la segunda bestia, removiendo la fachada del escenario mundial para mostrarles quién está manejando a quién.

Esta serie completa llama al lector a salir de Babilonia, lo que muchos ya están haciendo. Pero hasta ahora, pocos han encontrado los lugares solitarios donde deberían reunirse para ser alimentados por los ángeles en tiempos de hambruna. La tercera parte de esta serie interpretará Apocalipsis 11—la cúspide de todo el libro de Apocalipsis— para revelar la identidad de los Dos Testigos, quienes pueden proveerte el alimento espiritual. En esta parte, serás llevado al pie de la cruz de Jesucristo, desde esa ubicación privilegiada, la primera plaga será vista en su verdadera luz. Es Su voz celestial la que te llama hacia Él:

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. (Apocalipsis 18:4-5)