El sistema babilónico fue sentenciado a ser dividido después de ser pesado en balanza el 27 de abril de acuerdo con el reloj de Jesús en Orión, y fue hallado “falto”.[1] El mismo día, un socavón se abrió frente al panteón en Roma revelando lozas de pavimento[2] de 2000 años de antigüedad. Este no es un evento insignificante, considerando el tiempo y lo que el panteón representa. La aparición de este socavón es una fuerte advertencia de Dios. Dios se ha acordado de la maldad de Babilonia, y su división y destrucción es inminente.[3]
Un panteón, como su nombre indica en griego, es una estructura dedicada a todos los dioses, y este socavón apareció al frente del más famoso de todos ellos—el panteón de Roma—justo antes de que el único Dios verdadero dijera “¡Hecho está!” como se registra en el texto de la séptima plaga de Apocalipsis.[4] Habiendo sido convertido en una iglesia en el siglo VII, este panteón pagano es el equivalente al ecumenismo representando una ideología no bíblica en conflicto directo con el primer mandamiento de la Ley de Dios (sin mencionar el segundo a través de la idolatría), y a través de este evento del socavón, Dios ilustra el peligro de unirse con la religión falsa, que pronto tragará a los adoradores en el pozo del abismo. Todas las iglesias organizadas se han convertido en presa de esta mentalidad engañosa, y por lo tanto todo hijo sincero de Dios debe mantenerse al margen y escuchar la voz de Jesús llamando:
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. (Apocalipsis 18:4-5)
En las proximidades del panteón se encuentra un obelisco egipcio que anteriormente estaba alojado en el templo de Ra, y que fue llevado a Roma, mostrando la relación entre el culto romano y el egipcio, y contribuyendo al tema del ecumenismo representado en esa pequeña plaza de la ciudad de Roma, Italia. Qué contraste tan claro con lo que Dios dice:
Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. (Éxodo 20:2-3)
La plétora de dioses a los que se adoran a través de las diferentes religiones son inventos de Satanás que ansía la adoración para sí mismo, el líder de los falsos dioses, en cualquier forma. La única salvaguarda contra caer en ese pozo abierto es alejarse de la mentira de la mentalidad inclusiva y “temer a Dios y guardar Sus mandamientos”.[5] Servimos a un Dios vivo que "no habita en templos hechos por manos humanas,"[6] sino que es un Dios cercano y personal, que habita en Su pueblo a través de Su Espíritu.[7]
El Espíritu está obrando en los hombres en esta hora, y se están tomando decisiones con consecuencias eternas mientras Él contrasta la verdad y el error ante cada individuo. El conocimiento del Tiempo permite comprender el significado espiritual de los acontecimientos que suceden en el mundo. Cuando se marca un punto en Su reloj, uno puede estar seguro de que Su luz brillará para dar entendimiento de las maquinaciones de Satanás para proteger a los Suyos de las arenas movedizas del engaño.
La apertura de este socavón también representa la revelación de las maldades [8] de Babilonia, por las que recibe un doble pago de parte de los santos.[9] El panteón fue convertido en una iglesia católica romana y consagrado a la llamada santa virgen María y a los mártires el 13 de mayo[10] del año 609. El culto mariano es otra de las falsificaciones de Satanás, y muchas personas han sido engañadas en este punto. Cuando Satanás tentó a Jesús para que le rindiera homenaje, Jesús respondió con un “escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”.[11]
Cuando este templo pasó a ser propiedad de la iglesia, el papa trajo las reliquias de los mártires y las puso bajo un altar,[12] persistiendo en la adoración de los ídolos, ahora como un panteón de santos. La idolatría es una violación de los Diez Mandamientos,[13] y este es un error prominente en la iglesia romana. No es de extrañar que, a lo largo de Roma, haya habido un repentino aumento en la aparición de socavones como este.[14] Los antiguos cimientos paganos están siendo expuestos como las losas originales del pavimento de 2000 años de antigüedad en este socavón. Además, la iglesia continuó las atrocidades contra el remanente puro de Dios como los paganos, y así unida a ellos en la culpa por la sangre de los mártires es también algo por lo que este sistema babilónico está empezando a recibir su debido pago, ya que "en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra ".[15] Las preciosas almas que son vistas clamando desde debajo del altar en Apocalipsis 6 preguntando "¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?"[16] pronto estarán satisfechas con el cumplimiento de su súplica. Incluso ahora, Babilonia está consumando el número de mártires hasta que estén completos mientras continúa en esta crisis por el coronavirus a tomar a gente más justa que ella y hacerlos caer sobre las brasas de la disciplina civil. Pero ella manchará sus vestidos con la sangre de los santos a través de la persecución y la muerte física por sólo un poco más de tiempo.
El enorme socavón sirve como un recordatorio del destino final de todos aquellos que voluntariamente eligen ignorar el consejo de Dios para esta hora. Él está llamando a Su pueblo a separarse y abandonar toda la confusión babilónica de doctrinas y obras, que son contrarias al “así dice el Señor”. ¿Tomarás la mano del YO SOY para sostenerte firmemente para que tus pies no resbalen en el pozo del infierno que está preparado para el diablo y sus ángeles?[17] ¡La elección es tuya!
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