Las elecciones del domingo pasado, en el estado de Baviera en mi antigua tierra natal, Alemania, quitaron la paz a la canciller Merkel y se cumplieron las agonizantes predicciones de los encuestadores antes de las elecciones. Habían previsto un colapso total del importante partido hermano (CSU) del partido que ella aún preside (CDU) y de esa manera Merkel sufrió una plaga muy personal.

Los comentaristas ahora ven que el triunfo de los partidos de derecha como el AfD, que los judíos han llamado “ultra derecha radical”, probablemente con razón, está sacudiendo a Europa como un terremoto. Dios se había referido en parte a la mentalidad de un hombre muerto cuando, al comienzo de la segunda plaga, el 2 de octubre de 2018, Él señaló exactamente entre dos fechas importantes relacionadas con el terror de la derecha.

Sin embargo, la fecha exacta del 2 de octubre de 2018, que está indicada en el reloj de la plagas de Dios, está ahora en boca de todos en conexión con la sangre de un hombre recientemente asesinado: Jamal Khashoggi. Dos semanas después del cobarde asesinato por mano de 15 asesinos contratados por el príncipe heredero de Arabia Saudí “MbS”, este nombre es ahora conocido por cualquiera que vea un poco las noticias o se fije en los titulares.

Como predije en mi segundo artículo de esta sección, una oscura mancha de petróleo está empezando a extenderse por todo el océano. Es el resultado de un “accidente de un petrolero” que no pudo haber sido mayor: Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, colisionó con la potencia más poderosa del mundo, los Estados Unidos, a causa de la sangre de este hombre.

Trump se ve rodeado por todos lados y no sabe cómo escapar del derrame de petróleo que amenaza en convertir las elecciones intermedias en una catástrofe. Por ética y presionado por el Congreso y toda la prensa en el mundo occidental, se ve a sí mismo en el dilema de imponer sanciones a Arabia Saudita si se encuentran más evidencias de su culpabilidad por la muerte de la libertad de prensa. Por otra parte, Arabia Saudita amenaza ahora con un aumento de las contramedidas incluso para las sanciones más pequeñas y, por supuesto, esto afecta a la única materia prima que el país desértico tiene para ofrecer a los demás: el petróleo crudo, que todo el mundo necesita aún más ahora que los Estados Unidos han prohibido las importaciones de Irán a sus aliados. Por lo tanto, el petróleo escaseará en el mercado mundial y lo que nosotros los niños de la crisis del petróleo de los años setenta siempre temimos se convertirá ahora en una crisis económica mundial que afectará a todos.

Por lo tanto, el sábado pasado, Dios consideró que era tiempo de decirnos cómo interpretar correctamente el resto del versículo de Apocalipsis 16:3.

El segundo ángel derramó su copa sobre el mar [Europa], y éste se convirtió en sangre como de [KJV inglés: un hombre] muerto [Jamal Khashoggi]; y murió todo ser vivo que había en el mar. (Apocalipsis 16:3)

Analicemos ahora la parte resaltada de este texto, que contiene dos símbolos importantes: 1) todos los seres vivos que morirán, y 2) una repetición aparentemente innecesaria del término “mar”, que uno está tentado a interpretar como “Europa” también. Pero pronto veremos que en realidad se trata de dos mares diferentes. Nada en la palabra de Dios es innecesario, ¡todo es útil para instruir!^[1]

Nuestros niños recitan cada sábado un pasaje de la Biblia más o menos pertinente, y esta vez los padres escogieron los versículos de Apocalipsis 8:8-9, ya que la segunda trompeta está por supuesto conectada con la segunda plaga en la que nos encontramos ahora. Al leer los versículos, noten que he vuelto a marcar qué partes tuvieron lugar en el cielo (hecho visible por Stellarium) y qué partes ocurrieron en la tierra:

[En el firmamento:] El segundo ángel tocó la trompeta; y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, [en la tierra:] y la tercera parte de las naves fue destruida. (Apocalipsis 8:8-9)

Aquí tenemos un ejemplo perfecto de cómo Dios advirtió del inminente fin con señales en el cielo, y sin embargo hizo realidad que el cristianismo obstinado, que rehusó rotundamente a levantar su cabeza^[2], no recibiera señal alguna, al igual que otra nación adúltera de Dios antes que ellos.^[3]

Los que aspiran a ser eruditos bíblicos quienes esperan ver un asteroide ardiente, tan grande como una montaña, caer literalmente en el océano antes de reconocer la advertencia de la trompeta como cumplida, deben tener en cuenta que un evento así que extinguiría a la humanidad, difícilmente habría representado una advertencia ya que después no quedaría nadie que pudiera “oír” la advertencia de la tercera trompeta.

Pero, en la segunda trompeta, todavía tuvimos dificultad con la interpretación de la última parte enfatizada del versículo de la trompeta: “y la tercera parte de las naves fue destruida”. Pero como conocemos la interpretación de la quinta y sexta trompeta con la guerra económica de los EE. UU. contra China y otros países, vemos confirmado nuestro punto de vista anterior de que los “barcos” deben ser el símbolo bíblico del comercio y la economía. El hecho de que “un tercio de las naves” se hundiera en una trompeta de ADVERTENCIA tenía que significar, por lo tanto, que se hicieron preparativos en el tiempo central de esta trompeta para atacar a una gran parte de la economía mundial. ¡Las trompetas siempre advirtieron del peligro de la guerra! Los tres últimos ayes son entonces la guerra misma y si un texto de la plaga repite el lenguaje pictórico de la trompeta, entonces ya no concierne a un tercio de los barcos o del mar, sino al océano entero.

¡Y así es! Si miramos de nuevo el conocido cronograma del Instituto Peterson sobre el desarrollo de la guerra comercial, vemos que el inicio de los preparativos para la batalla con los aranceles sobre el acero y el aluminio, que posteriormente se convirtió en algo muy significativo, cae exactamente en el tiempo central de la segunda trompeta, del 6 de marzo al 19 de julio de 2017:

Batalla No. 2: El acero y el aluminio como amenazas para la seguridad nacional

20 de abril de 2017

Inician investigaciones de seguridad nacional

El presidente Trump pide al secretario de Comercio Wilbur Ross que comience por su propia iniciativa dos investigaciones sobre si las importaciones de acero (20 de abril) y aluminio (27 de abril) amenazan la seguridad nacional bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962.

En la Parte I de la pestilencia de la primera plaga, mostramos cómo esta batalla comercial, de hecho, afectaría más tarde a un tercio de la población mundial. El comienzo o la preparación de las otras tres batallas, que el Instituto Peterson incluso enumera, tuvo lugar más tarde, y como hay una batalla que no se ha efectuado todavía (Batalla 4 para la industria automovilística), también se podría decir que “una tercera parte” de las tres batallas comerciales peleadas hasta ahora, comenzó exactamente en el tiempo central de la segunda trompeta.

¿No es asombroso cómo todo encaja ahora? Amigos (si es que todavía hay alguno), ahora es el momento de entender finalmente lo que son los “seres vivientes que estaban en el mar” de la segunda trompeta y “todo ser vivo que había en el mar” de la segunda plaga, que deben sufrir la muerte.

Durante mucho tiempo temimos que pudieran ser “personas vivas que poseen un alma”, o sea cristianos en el sentido estricto, quienes tendrían que morir. Pero hay una cosa que el simbolismo nunca podría significar: verdaderos animales marinos, sin importar si son peces u otras criaturas en el mar literal, porque de lo contrario, se rompería la regla de que los textos de un libro profético deben ser entendidos e interpretados simbólicamente.

Así que: los barcos que navegan por el mar representan comercio entre las naciones del mundo. Entonces el mar es la economía mundial en sí misma. Pero ¿qué flota en el mar de la economía mundial y sube y baja como un pez?

La vida tiene las siguientes características básicas definidas por los biólogos:^[4]

• Los seres vivos pueden absorber (percibir) información (estímulos) de su entorno y reaccionar ante él (“sensibilidad”).

• Los seres vivos son capaces de reproducirse y multiplicarse (reproducción y multiplicación).

• Los seres vivos poseen su (¡propio!) metabolismo para construir y mantener sus cuerpos y sus funciones.

• Los seres vivos crecen y se desarrollan (crecimiento y desarrollo).

• Los seres vivos pueden moverse por sí mismos o al menos mostrar movimientos (movimiento, movilidad o motilidad) dentro de su cuerpo (o dentro de sus células).

Y las acciones o valores de inversión, en sentido figurado, tienen exactamente estas propiedades:

• Las acciones pueden absorber información (estímulos) de la economía (percibirla a través de los corredores de bolsa) y reaccionar ante ella (“irritabilidad”).

• Las acciones son capaces de reproducirse y multiplicarse a través de la división (reproducción y multiplicación).

• Las acciones tienen su (¡propio!) metabolismo para construir y mantener sus estructuras corporativas y sus funciones: actividad empresarial, compra y venta.

• Las acciones crecen y se desarrollan (crecimiento y desarrollo)— ¡eso se espera!

• Las acciones pueden moverse hacia arriba y hacia abajo o al menos mostrar movimientos (movimiento, movilidad o motilidad) dentro de su mercado (o dentro de las celdas (células en inglés) de su tablero).

Sin embargo, los biólogos omiten una característica de la vida que también afecta a todos los seres vivos: la muerte.

La muerte es parte de la vida. Ese es un dicho antiguo. Y las acciones también pueden morir e incluso sangrar. Los valores negativos, es decir, las pérdidas de acciones o de sangre, se muestran en rojo en los tableros de la bolsa de valores. Pocos días después de que la sangre de Jamal Khashoggi fluyera en el consulado saudí de Estambul, los “seres vivos” en el océano de la economía también comenzaron a “sangrar”. Un experto economista comentó el 11 de octubre de 2018 con una foto del tablero de indicadores bursátiles:

“Un mar de rojo se extiende sobre los mercados bursátiles mundiales el jueves, después de la caída de Wall Street del 3,2% el miércoles.”

¡Ahí lo tienes, amigo o enemigo! Ya nadie puede negarlo: el 2 de octubre de 2018 fue el preludio de la marcha fúnebre de todas las criaturas marinas, y la mera amenaza de Arabia Saudita de desencadenar una crisis económica mundial ya la ha desencadenado.

Cuando el petróleo ya no llega a su destino, no importa si fue un desastre sin precedentes de un petrolero el que impidió su llegada, o si fue porque los saudíes simplemente cerraron el grifo del petróleo. El derrame del petróleo sofocará las últimas acciones “vivas” y su sangre ya está manchando de rojo el océano de la economía. ¿Ha quedado claro por qué Dios menciona dos “mares” en Su profecía sobre la segunda plaga?

¡Que Dios sea misericordioso con aquellos que no han escuchado Sus advertencias de los últimos años y no han abandonado Babilonia a tiempo!